El Principado exige un giro en la prisión de Asturias y recuperar los módulos libres de droga

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La oposición criticó el desmantelamiento de las unidades terapéuticas la pasada legislatura y ahora inicia una nueva ofensiva en el Senado

El sábado 6 de enero una pelea tumultuaria entre dos bandas formadas por entre quince y veinte reclusos terminó con un vigilante de la cárcel asturiana con contusiones. Ocurrió en el módulo 8, el mismo en el que a la mañana siguiente dos médicos dieron por muerto a Gonzalo Montoya, el preso que cuando llegaba al centro en el que se le iba a practicar la autopsia dio señales evidentes de vida. Sufría una sobredosis de barbitúricos y drogas que confundió a los sanitarios, retrasando la atención que precisaba.

Los episodios han vuelto a poner bajo la lupa a un centro que en los últimos años fue objeto de un fuerte enfrentamiento político. Todos los grupos, salvo el PP, acusaron a Instituciones Penitenciarias de «desmantelar» las Unidades Terapéuticas y Educativas (UTE), los módulos libres de droga en los que se practicaban dinámicas de desintoxicación. El secretario general de la institución, Ángel Yuste, opuso que lo único que se había hecho era regular el modelo, evitar que se convirtiera «en un cortijo privado», y replicar las UTE en otros diez centros penitenciarios.

 

Los últimos sucesos amagan con reproducir aquel pulso, si bien con unas Cortes en las cuales el PP ya no cuenta con mayoría absoluta. En el ámbito institucional, el propio Principado, por boca de su portavoz Guillermo Martínez, lanzó ayer el primer aldabonazo. «Es inconcebible que el Gobierno de España no apueste por un elemento ejemplar del sistema penitenciario español y que siga desarrollando su trabajo a partir de tratamientos modernos y avanzados», recriminó. El consejero explicó que a inicios de la actual legislatura ya había mediado al respecto, manteniendo varias entrevistas con el secretario de Estado de Seguridad para manifestarle su inquietud por las UTE.

Precisamente, la pasada semana fue la sección de UGT en el centro la que aseguró que de ese modelo «solo queda el nombre» dado que, al restar facultades a los terapeutas que lo lideraban, las dinámicas habrían perdido efectividad. Inquietos por ello, IU y Ciudadanos ya habían lanzado reproches a Instituciones Penitenciarias y tramitado iniciativas parlamentarias al respecto.

Comparecencia forzada

El grupo socialista en el Senado dio ayer un paso más al solicitar la comparecencia de Yuste en la comisión de Interior. La reclamación pretende que detalle «la situación en la que se encuentra el centro penitenciario de Villabona y, concretamente, el de la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE), así como informar del aumento de la conflictividad en dicho centro».

Cabe recordar que el pasado 16 de diciembre el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó una orden del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en la que consideraba «oportuno acceder» a una histórica reclamación de los vecinos de Villabona y, en consecuencia, modificaba el nombre del centro. Tras 25 años con la misma denominación, ahora la cárcel de Villabona se llama oficialmente «centro penitenciario de Asturias».

Además de forzar a Yuste a dar explicaciones en la Cámara Alta, los senadores Luisa Carcedo y Vicente Álvarez Areces registraron una batería de preguntas escritas. En su opinión, «la supresión de esta unidad ha provocado la generalización del mercado de la droga en el interior de la prisión y el incremento de los incidentes, casos de sobredosis y muertes», transmitió la formación en un comunicado. «A ello hay que sumar el aislamiento de la prisión de las organizaciones e instituciones del entorno y, dentro de ello, la paralización del convenio con la comunidad autónoma en materia sanitaria así como de la cada vez más lejana transferencia de esta competencia», abundaron los senadores socialistas.

 

                 Noticia del diario El Comercio de dia 18/01/2018