Las cárceles son cosa de pobres. Los ricos enseguida están fuera.
Los profesores universitarios Jesús Valverde y Txus Morata presentan dos informes que avalan el trabajo de la UTE
noticia del comercio de ida 22/02/2014
Se puede decir más alto, pero no con más contundencia: «La cárcel vuelve a las personas mucho más amargadas, mucho más solitarias. Sin embargo, la UTE funciona y ayuda a la gente a que tenga un futuro. A que salga de la droga, de la exclusión social. A que se plantee la vida. Eso es lo importante. Me traen sin cuidado las derechas y las izquierdas. A mí lo que me importa es el ser humano. Y las personas en la UTE vuelven a ser seres humanos con ilusiones».
Jesús Valverde, quien fuera profesor de Psicología en la Complutense, además de especialista en el sistema penitenciario español y gran conocedor de la Unidad Terapéutica y Educativa de Villabona, viajó ayer a Asturias para defender el trabajo que realiza la UTE contra viento y marea y presentar dos informes que avalan lo que dice con una sólida base científica.
El primero de ellos, respaldado por la Consejería de Bienestar Social y la Universidad de Oviedo, evalúa la situación de más de medio millar de internos de la cárcel desde 2005 y arroja «un índice de reincidencia penitenciaria de alrededor del 16% (desciende al 7% en los última fase del estudio), mientras que, por el contrario, aquellas personas que siguen en libertad sin haber reincidido suponen el 77,5%. Y eso, cuando «la media europea de reincidencia se sitúa en un 65% y en España, dependiendo de los delitos, puede variar entre un 50 y un 60%.
Por eso, Jesús Valverde no consigue entender «por qué la UTE de Villabona está siendo bombardeada por la Secretaría de Estado de Prisiones. Como es una experiencia enormemente valorada internacionalmente y no se la pueden cargar, lo que están haciendo es descafeinándola», acusa.
«La primera oportunidad»
Pero es que, además, defiende, «la UTE no tiene que ver ni con la izquierda ni con la derecha. Por encima de las ideologías, son profesionales que están haciendo bien las cosas. Ante unas prisiones fracasadas, están haciendo las cosas de otra manera. Está funcionando y todas las investigaciones que se han hecho demuestran que las personas salen mucho mejor de lo que entraron, cuando, en la mayor parte de las cárceles de España y de todo el mundo, las personas salen mucho peor».
Puede que tenga algo que ver, apunta, el hecho de que «las cárceles en España están dirigidas por personas que no creen en la reinserción», mientras que «los profesionales de la UTE sí creen en ella y están demostrando que las personas deben tener una segunda oportunidad». En realidad, la primera, «porque la mayor parte de las veces, no han tenido ninguna. Y es que no nos engañemos: la cárcel es cosa de pobres. Los ricos difícilmente están en la cárcel. Enseguida están fuera». Como también lo es, defiende, el Código Penal, en el que «están perfectamente delimitados los delitos que cometen los pobres. No es demagogia. Es real. Los delitos contra la propiedad están muy bien tipificados. Los delitos de corrupción no. Los de estafa tampoco. Ni los fiscales».
Y si Jesús Valverde sostiene que «la cárcel tradicional destroza», Txus Morata, doctora en Pedagogía y profesora de la Universidad Ramón Llul que quedó «cautivada» por la labor de los profesionales de la Unidad, ha dirigido una investigación realizada a partir de encuestas con 307 internos durante cuatros años y en la que han colaborado un centenar de alumnos de la institución académica.
El estudio, que analiza el modelo pedagógico que utilizan en la Unidad Terapéutica, concluye que la UTE consigue que «los internos sean protagonistas de sus propios procesos de cambio, además de que, en los procesos de reinserción social, es muy importante el trabajo en red y con las familias», así como que «hace falta una implicación muy fuerte de la ciudadanía y de las administraciones públicas».
También a ella «le cuesta mucho entender» qué es lo que mueve a la dirección de Villabona. «Porque otra prisión es posible y vale la pena intentarlo».