Expulsan de Villabona a la Asociación de Familiares y Amigos de la UTE

Rosa Fernandez

«Es una pueril venganza, la prueba más clara de las represalias que utiliza la dirección de la cárcel», denuncia la presidenta de la organización

 

Cuando Rosa Fernández llegó a la cárcel de Llanera el lunes, «el funcionario de turno» le comunicó que no podía entrar «por orden del director». Que la tarjeta que hacía posible su acceso a Villabona como presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) no había sido prorrogada en diciembre, como sí ocurrió con los carnés del resto de organizaciones que trabajan codo con codo con los reclusos de la UTE. Reclamó, entonces, hablar con el director. Petición denegada. Y lo peor de todo, cuenta Rosa, es que nada de todo eso le sorprendió lo más mínimo.

Sólo horas más tarde, esta mujer al frente de una organización con una década de trabajo a sus espaldas y que representa a una treintena de personas (aunque, por razones evidentes, el numero de asociados fluctúa) recibió una escueta misiva firmada por el subdirector de Tratamiento de la prisión llanerense, Luis F. Fanjul, en la que le comunicaba que las puertas estaban cerradas a cal y canto para ella: «Pongo en su conocimiento, como presidenta y única voluntaria de la entidad Asociaciones de Familiares y Amigos de la UTE, que, mediante resolución de la Subdirección General de Tratamiento y Gestión Penitenciaria de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, se acuerda no autorizar la intervención de la citada entidad en el programa que ha presentado en el Centro Penitenciario de Villabona para el bienio 2014-2015». Y eso, proseguía la epístola en el mismo tono monocorde y burocrático, «al no considerarse adecuado a la Instrucción 02/2012 sobre 'Intervención de organizaciones no gubernamentales, asociaciones y entidades colaboradoras en el ámbito penitenciario'». Y, así, sin más argumentos, firmaba «atentamente, Luis F. Fanjul, subdirector de Tratamiento».

10 años de trabajo

Esta revocación del acuerdo de colaboración con la UTE supone, según la presidenta de la asociación, que se le deniega la entrada al centro y, por lo tanto, «una colaboración con un recorrido de diez años muy beneficiosa para la UTE y que siempre se ha desarrollado dentro de la más estricta normalidad».

«Esta es la respuesta al protagonismo que, por razón de mi cargo como presidenta, he tenido que asumir en defensa de la UTE ante la agresión que este proyecto viene sufriendo desde hace dos años, en los que la dirección se está empleando a fondo en vaciar de contenido las UTEs, provocando un desmantelamiento de hecho, a la vez que mantiene una política de amenazas, persecución y represalias contra los profesionales. Y esta es la prueba más clara», denunció ayer Fernández, víctima, asegura, de «una pueril venganza».

Una vendetta que responde a su posición de defensa de la Unidad Terapéutica, pero que «también trata de deshacerse de un testigo muy incómodo del grave deterioro que está sufriendo la UTE y la prisión en general, hecho constatado por el equipo técnico de la Oficina del Defensor del Pueblo que visitó Villabona hace unos meses y la posterior inspección enviada por esta razón por la Secretaria General». Pero es que, además, asegura la presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos, la decisión pone en peligro la continuidad del piso ubicado en Gijón que sirve para acoger a los presos que salen de permiso o con destino a programas como Proyectos Hombre, actualmente a cuatro de ellos. Y, a pesar de todo, los ánimos siguen arriba: «Este hecho no va a lograr minar nuestro ánimo. Seguiremos trabajando con más decisión, si cabe, en la defensa y recuperación de la UTE».