«La UTE de Villabona es el proyecto más importante en el ámbito penitenciario»
«El cierre de esta unidad supondría volver a una prisión decimonónica en la que se persigue castigar y aniquilar a la persona recluida»
11.06.2013 | 02:21
-¿Cómo valora la situación que atraviesa la UTE de Villabona?
-Es muy grave, porque estamos hablando de una experiencia pionera en riesgo de desaparecer. La UTE de Villabona es el proyecto más importante que se está desarrollando en el ámbito penitenciario. Es una experiencia realmente terapéutica y educativa, y me parece muy grave que se la quieran cargar.
-¿Piensa que la crisis económica justifica los recortes en estos servicios?
-No es un problema de recortes, la UTE es más barata que una cárcel normal. Lo primero, porque no cuesta más. Lo segundo, porque evita que la gente vuelva a la cárcel, por lo que sale mucho más barata. Entiendo que lo que está pasando es una cuestión de ideología política. Lo que no comprendo es que se ponga la ideología política por delante de la ideología suprema, que es la ideología del ser humano.
-¿A quién le molesta la UTE?
-Es un planteamiento de lo que también está pasando en educación y en sanidad. Es el planteamiento de una sociedad basada en la supremacía de unos contra otros. No olvidemos que llevo casi cuarenta años de relación y de estudio sobre la cárcel, conozco a mucha gente que ha estado muchos años en la cárcel. Y no son peores que yo. Son gente que ha tenido menos suerte que yo, que no han tenido una oportunidad. La cárcel no es su oportunidad. La UTE sí.
-¿Qué consecuencias acarrearía el cierre de la instalación?
-Volver a una cárcel decimonónica, que pretende castigar y aniquilar a la persona recluida. El problema es que la cárcel es cosa de pobres. Hay muchos más condenados por delitos contra la propiedad que por delitos fiscales. Sigue siendo una forma de represión de las personas más vulnerables.
-¿Cuáles son los principales problemas a los que enfrentan las personas que han estado recluidas en una cárcel al uso?
-La cárcel tiene graves consecuencias para el cuerpo, como problemas de habla y visión. Sobre todo, tiene consecuencias nefastas sobre la mente. Problemas con las relaciones sociales, porque la vida no es una cárcel. Cuando salen fuera, están acostumbrados a vivir el día, absolutamente el día, no prevén el futuro. La cárcel, como tal, no integra.
-A finales de los noventa elaboró un estudio sobre los retos que tenían por delante los centros penitenciarios en España, ¿Cómo han evolucionado en los últimos años?
-Están avanzando, hemos avanzado mucho. La mayoría de las veces, sin contar con las fuerzas políticas. Ni de izquierdas ni de derechas. Los avances se consiguen por los trabajadores y las personas comprometidas con movimientos sociales. Entre los retos que hemos alcanzado, una mejora en el ámbito de la intervención sobre drogodependencia y el trabajo con familiares.
-¿Eran los familiares y las personas del entorno los grandes olvidados de la integración social?
-Desde luego. Fue así como nació la Fundación Enlace, una entidad en la que apoyamos a las familiares de personas con problemas con la droga o en riesgo de exclusión. Tenemos una escuela de integración para que los familiares sigan adelante con su vida. Es un modelo nuevo, no tiene sede. La sede es mi ordenador y llegamos a toda Andalucía. Pero, volviendo a los retos, lo mejor que ha pasado en los últimos años ha sido la creación de las UTE. No solo en Villabona, creo que hay un total de 17 ahora mismo.
-Ha recorrido muchos kilómetros para defender este modelo...
-Antes de venir, me llamaron los representantes de una asociación de familiares para que participara en un acto en Utrera, pero les contesté que tenía este otro encuentro. Un padre, a través del WhatsApp, me dijo «vete allí y defiéndelo, yo tengo un hijo en la cárcel y la UTE me lo ha devuelto». Siempre digo que la cárcel más bonita que he visto en mi vida es la de Carabanchel en ruinas, pero antes de que desaparezcan las celdas y los barrotes hay que buscar una alternativa. La unidad terapéutica es la única alternativa a la cárcel que no daña. Una cárcel que reintegra.
Mieres del Camino, Carmen M. BASTEIRO jesús valverde molina Profesor de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid
Jesús Valverde Molina (Córdoba, 1948) es profesor emérito de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y ha dedicado más de treinta años de su carrera a estudiar los centros penitenciarios: la vida dentro de la cárcel, las consecuencias que sufren los reclusos cuando salen y el efecto en los familiares y el entorno. Ha resumido su experiencia en publicaciones y libros, como «La cárcel y sus consecuencias» (Popular, 1997), y en todos llega a la misma conclusión: «La mejor cárcel es la que no existe». Dice que una buena alternativa a los barrotes y las celdas es la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) de Villabona, y por eso hace unos días recorrió muchos kilómetros para defender este servicio en un acto organizado por el área social de IU de Mieres. Es una muestra de apoyo para los familiares de usuarios del centro asturiano, que llevan semanas denunciando un «desmantelamiento progresivo de la unidad», a través del despido de trabajadores y la disolución del equipo multidisciplinar.
Noticia de La Nueva España